6/07/2010
Cocina, animación o educación en valores son algunas de las actividades que se realizan en el marco de los campamentos municipales CUFO
La ludoteca del Cantón se transforma poco a poco en una pirámide del antiguo Egipto. Un total de 45 niños de entre 3 y 5 años, y 4 monitores de los campamentos CUFO -que tienen lugar durante la semana en el Cantón y el Carballo Calero- preparan los objetos típicos para ambientar la primera de las fiestas históricas, que tendrá lugar este viernes. Esperan recrear la vida de Cleopatra y los mitos sobre momias. Para ello los niños fabricaron papel de papiro, y en las próximas semanas descifrarán la fórmula secreta para preparar el elixir de la eterna juventud y crearán sus propios disfraces de egipcios.
Gemma Santiago es la monitora encargada de preparar las fiestas temáticas. El resto de los días realizarán manualidades de reciclaje y el taller de cocina. «Intentamos reutilizar los botes de yogures, palitos de helados, recolectamos materiales reciclables para enseñar a los niños dónde se depositan...». Los envases que sobran de las meriendas sirven para fabricar juguetes caseros, lapiceros o adornos. «Esta semana vamos a crear esculturas», explica Gemma. Y en el taller de cocina la monitora enseña a preparar postres y batidos. «Me gusta hacer chocolate y luego bebérmelo, pero en casa no me dejan hacerlo», reconoce Natalia, una niña del centro.
En el campamento, organizado por el Concello de Ferrol, también se realizan actividades didácticas que entremezclan el aprendizaje de valores con juegos y animación. Óscar Rodríguez es el monitor de estas áreas. Durante los meses de julio y agosto enseñará educación para la igualdad, salud, medio ambiente y convivencia. Óscar viene del mundo del teatro y utiliza esos conocimientos para hacer más divertidas las charlas: «Traballar cos nenos pode ser agotador porque son enerxía pura, pero gracias ao teatro podo aprender eu tamén con eles».
Pablo está sentado en la silla de pensar y le da vergüenza contar por qué está castigado. Asun, la monitora de animación, juegos y baile, le hace prometer que no volverá a gritar a nadie al oído. En general, las niñas son más vergonzosas que los niños, que no paran de gritar cuánto les gusta salir fuera a jugar.
Como a Jefferson. Aunque afirma que no le gusta estar en el campamento, rápidamente cambia de idea y quiere entrar en todas las salas del centro para descubrir qué hay en ellas. A Jefferson lo que más le gusta es la sala donde realizan los juegos cuando hace mal tiempo. «Si hace buen día salimos a jugar al Cantón a una zona especial acordonada para los niños. Cuando llueve jugamos dentro, donde quiere entrar Jefferson», comenta Gemma. Su amigo Álex sin embargo prefiere pintar. Tiene muy claro que de mayor quiere ser pintor.
Durante estos dos meses de campamento los niños, además de pasar un verano diferente fuera de casa, aprenderán el valor de la amistad, a ganar o perder en los juegos, o la importancia de una comida saludable. «Algunos traen fruta o comida de casa que no les gusta, pero si les ayudas a decorarla y se la adornas se la comen encantados», explica Asun.
Mientras los pequeños se divierten en el centro, los padres están encantados
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